Una investigación del sitio The Intercept reveló que Google está involucrado en un proyecto del gobierno de los Estados Unidos para modernizar torres de vigilancia en la frontera con México, utilizando inteligencia artificial.
El objetivo es transformar el monitoreo tradicional en un sistema automatizado capaz de identificar personas y vehículos sin la necesidad de supervisión humana constante.
Según documentos federales analizados por la investigación, la empresa estaría proporcionando infraestructura de computación en la nube a través de la plataforma Google Cloud, que sirve como base para el procesamiento de los datos de video captados por las cámaras.
Este sistema será utilizado por la agencia estadounidense de protección de fronteras (CBP), que planea actualizar unas 50 torres con hasta 100 cámaras en la región de Arizona, una de las más sensibles de la frontera sur.
El proyecto involucra a otras empresas, como IBM, que proporciona herramientas de inspección visual, y Equitus, especializada en vigilancia por video con enfoque en seguridad nacional.
A pesar de esto, el papel de Google es central: es en sus servidores donde los datos son recopilados, procesados y utilizados para entrenar los modelos de inteligencia artificial usados en el sistema.
La plataforma utilizada por la CBP se llama MAGE — ModulAr Google Cloud Platform Environment — y será responsable de integrar las diferentes soluciones de monitoreo.
En 2020, el CEO de Google Cloud, Thomas Kurian, había afirmado que la empresa no participaba en proyectos relacionados con la fiscalización de inmigración en la frontera sur. Sin embargo, los documentos recientes indican lo contrario.
En respuesta a la investigación, un ejecutivo de Google afirmó que la empresa no tiene contrato directo con la CBP y que sus servicios pueden ser adquiridos por terceros, como revendedores autorizados.
Sin embargo, especialistas en privacidad advierten que la participación de Google, directa o indirecta, plantea preocupaciones sobre la protección de los datos y la responsabilidad de las grandes tecnológicas en políticas públicas de vigilancia.
