Los cambios incluyen un tono más claro de azul para representar el agua, que se asemeja mucho a la apariencia del mapa de su competidor.
Esto resulta en una visualización más vibrante y perceptible para quienes viven cerca de océanos, lagos o ríos.
Además, Google está utilizando un verde más oscuro para las áreas naturales, como parques y bosques, mientras que las carreteras ahora se muestran en gris en lugar de blanco, lo que las resalta más.
Estos cambios han generado comparaciones con la aproximación adoptada por Apple y pueden afectar la visibilidad del mapa.
En cuanto a los colores, Google Maps también mantiene el uso de amarillo/beige para indicar áreas concurridas, lo que se considera una elección acertada.
El tema oscuro permanece sin cambios y sigue siendo más oscuro que el presentado en Apple Maps.
Además, las indicaciones en Google Maps ahora se muestran en un tono de verde más oscuro para resaltar la información más importante, aunque algunas opiniones sugieren que esto destaca menos que antes.
Es importante destacar que estos cambios aún están en fase de prueba y pueden ajustarse antes de implementarse ampliamente.