En las últimas semanas, el mercado tecnológico se ha visto sacudido por pérdidas multimillonarias, y Google está en el centro de esta tormenta.
El gigante de Mountain View, que donó 1 millón de dólares al fondo inaugural del presidente Donald Trump y transmitió la ceremonia de toma de posesión en vivo en YouTube, ahora enfrenta los efectos negativos de las políticas económicas del nuevo gobierno, especialmente los aranceles sobre las importaciones asiáticas.
Desde principios de 2025, el valor de mercado de Alphabet (empresa matriz de Google) ha caído más de 386.000 millones de dólares, con las acciones de la compañía registrando una caída del 16,2%.
Esta retracción ocurre incluso después de que el mercado mostrara signos de recuperación tras la suspensión temporal por parte de Trump de algunos de los aranceles planificados.
Sin embargo, los aranceles contra China, de donde muchas empresas tecnológicas importan piezas y equipos, continúan aumentando, alcanzando el 125%.
La aproximación de Google al gobierno de Trump parecía una estrategia para evitar regulaciones más estrictas y presiones antimonopolio. Pero, en la práctica, la decisión ha traído un entorno de incertidumbres y riesgos.
Los aranceles dificultan la importación de componentes utilizados en dispositivos y servidores, elevan los costos de producción y generan inestabilidad económica, lo que afecta directamente la confianza de los inversores y el comportamiento de consumidores y anunciantes.
Para los analistas del mercado financiero, el panorama es preocupante. Un informe reciente de Moody’s destacó que ningún sector tecnológico saldrá ileso de los nuevos aranceles.
Esto significa que incluso empresas sólidas como Google, con ingresos diversificados y una fuerte presencia en inteligencia artificial, deberán adaptarse rápidamente a un nuevo contexto geopolítico.
Mientras que la apuesta por acercarse al gobierno puede no haber dado los frutos esperados, el precio a pagar ya ha comenzado a aparecer.