Google ha propuesto al gobierno australiano permitir que la inteligencia artificial (IA) pueda extraer todo el contenido digital, a menos que los editores elijan no participar.
El motor de búsqueda argumenta que las leyes de derechos de autor deben modificarse para permitir el uso justo de contenido protegido por derechos de autor en el entrenamiento de modelos de IA.
Si las leyes de derechos de autor se modifican, será responsabilidad de las marcas y editores evitar que la IA acceda y utilice su contenido.
En caso de negativa, corren el riesgo de que competidores generen contenido muy similar sin poder tomar medidas legales, lo que podría causar daños sustanciales a la marca y la identidad de una campaña.
Google ha propuesto la creación de una cláusula de exclusión voluntaria como solución para abordar las preocupaciones mencionadas anteriormente.
Aunque no tiene un plan específico en este momento, Google sugiere la posibilidad de establecer un estándar web desarrollado por la comunidad, similar al sistema robots.txt, que permita a los editores optar por no permitir que los motores de búsqueda accedan a su contenido.