La marca iPhone es objeto de una disputa legal entre el fabricante brasileño Gradiente y la gigante estadounidense Apple desde hace más de una década.
El caso está siendo juzgado por el Tribunal Supremo Federal (STF) desde el viernes (2) y determinará quién es el verdadero propietario de la marca en Brasil.
Hasta ahora, solo el relator del caso, Dias Toffoli, ha emitido su voto a favor de Gradiente, revocando la decisión de segunda instancia que había favorecido a Apple.
En 2000, Gradiente solicitó el registro de la marca «Gradiente iPhone» ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).
El proceso no se finalizó hasta 2008, después de que Apple lanzara el primer iPhone en Estados Unidos en 2007. La empresa estadounidense argumentó que su competidora solo podía utilizar la expresión completa «Gradiente iPhone», pero no el término de forma aislada.
Sin embargo, Dias Toffoli no estuvo de acuerdo con ese argumento y afirmó que no es legítimo privilegiar a una empresa extranjera en detrimento de aquella que primero ocupó ese espacio de buena fe.
Según el ministro, en el sistema de derechos de propiedad industrial adoptado por Brasil, la prioridad del registro de marca no se ve afectada por el uso del «mismo signo distintivo» por parte de terceros en el extranjero.
El juicio continuará hasta el día 12 y se está analizando en el pleno virtual del STF, donde los ministros emiten su voto sin debatir el tema.
El resultado final será esperado con gran expectativa por el mercado brasileño, ya que la marca iPhone es una de las más valiosas del mundo y tiene un gran impacto en la industria tecnológica.