En el mundo de la tecnología, donde las rivalidades suelen estar marcadas por disputas acérrimas, existió una tradición peculiar — y adorablemente humana — entre gigantes como Google, Microsoft y Mozilla: el intercambio de pasteles cada vez que se lanzaba un nuevo navegador.
Entre 2006 y 2022, esta práctica simbolizaba un raro momento de respeto y celebración mutua entre competidores. Pero hoy, parece haber desaparecido por completo. ¿Qué sucedió?
🧁 2006: el primer pastel de paz (y competencia)
Todo comenzó con un gesto inesperado. Cuando Mozilla lanzó Firefox 2, el equipo de Internet Explorer (de Microsoft) envió un pastel con el mensaje:

«¡Felicidades por el lanzamiento! Con cariño, el equipo de IE.»
Era un reconocimiento simpático de que, incluso compitiendo, había espacio para la cortesía — y mucho azúcar.
🍰 Mozilla responde (y Google se une a la fiesta)
Mozilla respondió en 2012, cuando Microsoft lanzó Internet Explorer 10. El pastel llevaba un enorme logo de Firefox y el mensaje:

«Felicidades por el IE10, con cariño, Mozilla.»
Por su parte, Google solo se unió a la tradición en 2015, cuando Microsoft lanzó Edge. El pastel de Chrome decía:

«¡Felicidades por el lanzamiento! — El equipo de Chrome.»
🎂 El último pastel: El fin de una era (2022)
El último registro significativo de esta tradición ocurrió en julio de 2022, cuando Mozilla envió un pastel a Microsoft para marcar el fin de Internet Explorer — un gesto simbólico que cerró un ciclo histórico.
Desde entonces, no ha habido más registros públicos de nuevos intercambios. La tradición, que duró 16 años, parece haber llegado a su fin.
❌ ¿Por qué terminó la tradición?
- Lanzamientos Muy Rápidos – Mozilla adoptó un ciclo de 4 semanas, mientras que Chrome y Edge tienen ciclos de 6 semanas. ¡Serían demasiados pasteles por año!
- Cambio en la Dinámica Competitiva – Con la migración de Edge a Chromium (el mismo motor de Chrome), la relación entre Microsoft y Google se volvió más colaborativa, reduciendo la rivalidad que justificaba estos gestos.
- Cultura Corporativa Moderna – Con equipos más distribuidos y menos interacciones públicas, los gestos simbólicos han perdido espacio.
Esta historia nos recuerda que, incluso en un mercado competitivo, pueden surgir gestos de respeto y reconocimiento. El intercambio de pasteles entre los equipos de desarrollo de navegadores era más que una simple tradición; era una demostración de que, detrás de las líneas de código y las disputas del mercado, había profesionales que respetaban el trabajo de los demás.
Quién sabe, tal vez algún día esta dulce tradición regrese, recordándonos que, en el mundo de la tecnología, la colaboración y el respeto mutuo son tan importantes como la innovación y la competencia.