En una conversación reciente, Sergey Brin, cofundador de Google, reveló cómo la inteligencia artificial está transformando radicalmente la forma en que utilizamos la búsqueda.
En lugar de simplemente listar enlaces, los sistemas de IA de Google ya son capaces de realizar búsquedas profundas, analizando hasta los mil principales resultados de una consulta para ofrecer una respuesta clara, precisa y contextualizada.
“Si la IA analiza los mil primeros resultados y además realiza búsquedas complementarias para cada uno de ellos, eso representa una semana de trabajo para mí. No podría hacerlo yo solo”, comentó Brin, destacando el poder de escala de la tecnología.
Este avance marca un cambio histórico en el funcionamiento de la búsqueda en línea. Brin explicó que la misión de la IA es ir más allá de la simple recuperación de enlaces y pasar a sintetizar conocimiento.
Según él, esto cambia la lógica de lo que entendemos por «buscar».
“Lo emocionante de la IA, especialmente ahora, es que puede hacer cosas a una escala que yo no puedo. Incluso si logro revisar los 10 primeros resultados manualmente, la IA puede ir mucho más allá, y hacerlo en segundos”.
Brin también reveló que los modelos de aprendizaje automático de Google se están unificando. Antes, la empresa utilizaba diferentes sistemas para interpretar texto, imágenes, videos y audios. Hoy, todo está migrando hacia un modelo único y más poderoso, basado en la arquitectura conocida como Transformers.
“Las cosas están convergiendo. Antes teníamos redes convolucionales para la visión, RNNs para el texto y el habla… Ahora, todo está migrando hacia los Transformers. Y cada vez más, estamos tratando con un solo modelo general”.
También recordó el proyecto Google Glass, admitiendo que fue lanzado antes del momento ideal.
“La verdad es que lo estropeé, para ser honesto. Me equivoqué totalmente con el timing. Había muchas cosas que me hubiera gustado hacer diferente, pero la verdad es que la tecnología aún no estaba lista”.
A pesar de esto, Brin cree que las interfaces multimodales, en las que la IA entiende lo que vemos y oímos, tienen mucho potencial, y que los desafíos técnicos, como la duración de la batería, se están superando.
Cuando se le preguntó sobre el futuro de la inteligencia artificial, Brin fue cauto:
“Es difícil predecir el futuro, especialmente con el ritmo acelerado en el que la tecnología está avanzando. Mucha gente habla de la singularidad llegando en cinco años… pero mirar más allá de eso es muy difícil”.
Sergey también comentó sobre el uso de IA con publicidad y servicios de pago. Defendió el modelo de ofrecer versiones gratuitas con acceso limitado a los modelos más avanzados, mientras que las versiones más recientes y poderosas se reservan para usuarios de pago.
“Hoy está gratuito y sin anuncios. Pero no se puede ofrecer los modelos más avanzados a todos de forma ilimitada desde el principio. En tres meses, el modelo que era el mejor se vuelve gratuito, y el nuevo mejor toma su lugar”.
Con estas declaraciones, Brin ayuda a pintar un retrato del futuro cercano: un Google donde la IA no solo encuentra la información, sino que la entiende, conecta los puntos y te la entrega de forma clara, casi como un asistente personal hiperinteligente.